Las 48 Leyes Del Poder: Regla Nº41- Evitar Seguir los Pasos de un Gran Hombre

Como el orden de los factores no altera el producto, hoy traemos un nuevo capítulo de las 48 Leyes del Poder, que tanto éxito tuvo en la anterior publicación. La regla de hoy es una de las mejores del libro y refleja la realidad de muchas personas que fracasan en la vida, a pesar de tener grandes recursos de nacimiento y no logran entender nunca el por qué.

Todo el mundo en esta vida tiene ídolos a los que parecerse: un padre poderoso, un maestro brillante, un amigo talentoso. El problema viene cuando uno trata de replicar los pasos de una sombra muy alargada. Déjame contarte la historia del gran Alejandro Magno para que lo entiendas mejor.

TABLA DE CONTENIDOS

• CUMPLIMIENTO DE LA LEY
• TRANSGRESIÓN DE LA LEY
• CONCLUSIÓN
• LA EXCEPCIÓN

CUMPLIMIENTO DE LA LEY

Cuando Alejandro era joven, sentía una profunda aversión hacia su padre, Filipo de Macedonia. Este tenía una forma de vivir y gobernar que su hijo detestaba profundamente y que no tenía intención alguna de replicar. Alejandro sabía que, si quería diferenciarse de su padre, tenía que ser lo más opuesto posible a él.

A su vez, este sentía que su padre había logrado tanto en la vida con las conquistas de Grecia, que jamás quedaría nada digno de reconocimiento que este conquistara. Otros se hubieran conformado con heredar las riquezas de su padre y vivir cómodo y tranquilo, pero él no.

Un día un cortesano descontento asesinó a su padre. Los consejeros le recomendaron tener un gobierno tibio y moderado, como había sido el de su progenitor. Sin embargo, Alejandro fue hasta los rincones más alejados del reino y reprimió con brutal ferocidad a las ciudades rebeldes, reunificando el imperio con una eficiencia excepcional.

A medida que uno va creciendo, la rebeldía de la juventud se acaba y termina pareciéndose a la imagen que quería desafiar. En este caso, la aversión que sentía el actual rey de Macedonia hacia su padre, le llevó a expandir su imperio más allá de Grecia hasta alcanzar Persia, para después cruzar hasta la India. Solo sus fatigados soldados le impidieron ir más lejos.

TRANSGRESIÓN DE LA LEY

Corría el año 1715 en Francia, cuando Luis XIV muere. Entonces, se proclama de sucesor a su bisnieto Luis XV. Se le asignaron al niño los mejores tutores de todo el país para su educación, esperando que tuviera tan buen reinado como su antecesor. Por el contrario, cuando este subió al trono en 1726, tuvo un cambio inesperado: ya no tenía que estudiar, agradar o demostrar nada a nadie. Ya lo tenía todo.

En sus primeros años de mandato, se dedicó a visitar todos los prostíbulos de la ciudad, dejando su gobierno en manos de su ministro de confianza, Andrés Hércules de Fleury. El desinterés en la corona que mostraba al principio Luis XV parecía no importarle a nadie al principio, pero conforme fueron pasaron los años, la corte empezó a reflejar los comportamientos de su rey. Al final nadie tenía interés en lo verdaderamente importante: Francia.

Conforme Luis fue envejeciendo, necesitaba más diversión. Llegó a construir un burdel dentro del palacio de Versalles, mientras que su amante favorita, Du Barry, era la que llevaba el gobierno en silencio. Esta llegó a destituir a Esteban de Choiseul, el ministro de Exteriores más válido que había tenido el país. Dicho suceso dejó a Europa asombrada ante lo que estaba ocurriendo en el país frances.

Al final se acabó poniendo el lema de «Après moi, le déluge», es decir, «Después de mi, el diluvio», que significa algo como «que Francia se pudra después de que yo desaparezca». El hombre que parecía que iba a salvar el país acabó dejándolo en una terrible bancarrota, a pesar de tener los mejores ministros de la época.

CONCLUSIÓN

La historia de Alejandro muestra a un caso muy poco frecuente en la historia: un hijo que podría haberse conformado con las riquezas de su padre que decide ir en busca de su propia vida, y que logra superar a este. La razón de su éxito es más simple de lo que parece: la mayoría de las veces el padre ha conseguido amasar su fortuna, su reino, porque empezó con poco o nada. Una desesperada urgencia le impulsa a buscar el éxito. Esta clase de persona tiene razones para creer en su valía, porque tiene muy poco que perder, y a fin de cuentas le funciona.

Cuando un hombre como era Filipo tiene un hijo se vuelve dominante y opresivo, imponiéndole su camino al joven, quién comienza su vida en unas circunstancias totalmente diferentes a las de su padre. El resultado generará en un hijo que se volverá cobarde y cauto, bajo el miedo de perder lo que sus padres han ganado.

El hijo nunca se librará de la sombra de su padre a menos que aplique la estrategia de Alejandro: romper de raíz con el pasado y labrarse un futuro totalmente distinto. Hay que tener en cuenta que lo que ocurre en primer lugar siempre parece mejor que lo actual. Todo el mundo prefiere los tiempos antiguos que los actuales, todo el mundo dice que antes se vivía mejor que ahora. Esto es una carta que siempre jugará en contra de los hijos frente a sus padres. Aquel que quiera superar a un gran hombre, tendrá que hacer el doble de esfuerzos para conseguirlo.

El problema con el pasado es que difícilmente deja espacios libres para rellenar y así conseguir un camino propio. El poder se consigue rellenando estos espacios vacíos, buscar las áreas donde uno pueda brillar sin la sombra de su padre. Como se dice mucho en marketing, buscar un oceáno azul en vez de uno rojo. Uno libre de peces, en el que se tenga libertar para explorar, en vez de uno en el que se tenga que pelear continuamente para hacerse un hueco.

LA EXCEPCIÓN

Existe una pequeña excepción en este tema que cabe tenerla en cuenta. A veces la imagen de un padre poderoso puede servir para conseguir contactos poderosos o llegar al propio poder. Sin embargo, uno debe rápidamente demostrar que su gobierno es completamente distinto al anterior. De lo contrario correrá la suerte de ser tachado como una versión imperfecta de su antecesor.

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